Son los guardianes de las redes de ‘La Roja’, los únicos que no juegan a oscuras en la selección española de fútbol para ciegos. Sergio Rodríguez y Pedro Gutiérrez están preparados para defender la portería de España en los Juegos Paralímpicos de Tokio y guiar a sus compañeros sobre el césped. Dos seguros bajo palos, dos cancerberos fiables y felinos que confían en echar el cerrojo para ayudar al equipo a lograr el deseado metal en la capital nipona.
Llevan parando balones y enfundándose los guantes desde pequeños, aunque la llegada de ambos a esta modalidad tiene caminos distintos. Pedro venía de jugar en la categoría para personas con discapacidad visual grave y en 2009 se puso delante de futbolistas ciegos por primera vez. “No paré ni una pelota, te engañan por cómo acomodan el cuerpo, no sabes por dónde van a disparar. Me sorprendieron cómo conducían tan rápido, la orientación y la habilidad que tienen”, afirma.
Sergio pasó por las categorías inferiores del Rayo Vallecano y del Getafe, además de jugar en varios clubes de barrio. En verano de 2012 quedó prendado del fútbol para ciegos tras ver por televisión las semifinales entre España y Francia en los Juegos de Londres. “Me encantó, hice varias llamadas y empecé a entrenar con el equipo de Madrid. Al principio sentí incertidumbre porque no sabía a qué me enfrentaba, los invidentes son imprevisibles cuando lanzan”, dice.
Desde entonces los dos comparten portería en la selección y han disputado europeos, mundiales y los Juegos de Río de Janeiro 2016. Su misión va más allá de salvar goles. Los jugadores se orientan siguiendo el sonido del cascabel que lleva el balón, pero también atienden a las instrucciones de un guía que hay detrás de la portería contraria, del entrenador y del guardameta, que se convierte en un lazarillo, en los ojos de los futbolistas sobre el tapete verde.
“Hay que tener bastantes reflejos ya que el espacio para moverte es pequeño, de apenas dos metros. Pero, sobre todo, la clave es la comunicación con ellos. Hay que dar mucha información precisa y concisa de todo lo que les rodea para facilitarles sus movimientos”, explica Gutiérrez. “No es mejor portero el que más para, sino el que consigue que menos le tiren. Así que hay que guiar muy tranquilo y transmitir calma, fuerza e intensidad a la defensa”, tercia su compañero.
Ambos aseguran que la selección es una “gran familia” y que cada día estos deportistas les dan lecciones. “Me enseñan a ver la vida de otra forma, a disfrutar más, te demuestran que una ceguera no te impide hacer cualquier cosa, tienen capacidades y habilidades diferentes para conseguir lo que se propongan”, asevera Rodríguez. “Me han enseñado a saber priorizar los problemas, a valorar más los pequeños detalles de la vida y a no estar preocupado por tonterías. Son independientes, valientes y constantes para pelear por sus sueños”, puntualiza Gutiérrez.
Tras ganar en 2019 en Roma su octavo título europeo, el objetivo de España es volver a un podio en los Juegos Paralímpicos, ya que logró el bronce en Atenas 2004 y en Londres 2012. ‘La Roja’ tendrá que lidiar en la fase de grupos con Argentina, subcampeona del mundo, “tiene una defensa muy dura, son experimentados, jugadores de mucha calidad y con una gran pegada en ataque, con Maxi Espinillo como referencia”. Marruecos, “un equipo con un juego anárquico y algo caótico que te dificultan las cosas porque no sabes cómo defenderlos”. Y Tailandia “ha mejorado mucho ofensivamente, tienen a Panyawut Kupan y a Kittikorn Baodee, dos puñales que definen muy bien”.
“Ahora vienen cuestas difíciles, estamos los ocho mejores equipos y hay que subir el nivel. A todos les podemos plantar batalla y ganar, pero tenemos que llegar físicamente muy bien a ese día, jugar en bloque, con intensidad alta y no tener fallos porque lo pagaremos caro. Estoy seguro de que ningún país tampoco quiere medirse a nosotros, nos tienen respeto”, comenta Gutiérrez. “Tenemos que dar un plus y llegar como aviones para optar al podio. Todos estamos muy parejos y los partidos se decidirán por pequeños detalles, no solo influirá la calidad, también el que tenga el tanque de la gasolina más lleno. Vamos con ilusión y con ganas a por las medallas”, añade Rodríguez.