Sergio Garrote se viste de oro a las faldas del Monte Fuji

El handbiker español se corona campeón en la contrarreloj de los Juegos Paralímpicos de Tokio tras superar por 26 centésimas al italiano Luca Mazzone.

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Sergio Garrote muerde el oro conquistado en la contrarreloj de handbike H2 en Tokio. Fuente: RFEC

Fusionado con la handbike, a la que mima con un cuidado meticuloso, Sergio Garrote se siente capaz de encarar cualquier desafío, por más azaroso que sea el camino. Se le había resistido el maillot arco iris en los dos últimos mundiales, donde el italiano Luca Mazzone -cinco veces campeón del mundo- parecía un rival infranqueable. Pero el español lo había apostado todo a los Juegos Paralímpicos y en el escenario más importante ha curado esas heridas con un apósito dorado. A las faldas del sagrado Monte Fuji el ciclista catalán se ha vestido de oro tras una exhibición en la contrarreloj H2.

En el Circuito Speedway de Japón, el bólido fue vestido de blanco con una franja rojigualda en el pecho. Imperial e imbuido de un espíritu ambicioso y ganador, Garrote ha hecho historia tras sentarse en el trono paralímpico. Solo unos minutos antes su compañero Luis Miguel García-Marquina lograba la primera medalla de la historia para España en handbike en unos Juegos. Y él le ha conseguido en su modalidad la primera corona.

Por el autódromo nipón trazó las curvas como si se tratara de un Fórmula 1. Enfundado en su buzo, su figura adherida a la bicicleta movía los pedales con sus brazos fibrosos a un ritmo medio de 30,5 km/h durante los 16 kilómetros. En el intermedio le sacaba dos segundos al italiano, que apretó en el tramo final, aunque se quedó a 26 centésimas de la victoria. Garrote cruzó la línea de meta en 31:23.53 para dejar su rúbrica imperecedera en los Juegos. Alzó los brazos con la emoción del que se sabe historia, el suyo es el oro del empeño y la constancia.

“Ni en mis mejores sueños podía imaginar conseguir esto aquí. Reconozco que cuando vi el circuito se me movió algo por dentro, soy escalador y me gusta subir, pero no me lo imaginaba. Venía a desquitarme del todo porque éste era el culmen, el final de un trabajo, y más en la prueba de contrarreloj, que es la reina. Le dedico este oro a mi familia por todo el esfuerzo que han hecho. Miriam -su mujer-, este triunfo es tuyo, yo sólo lo he ejecutado”, ha expresado.

El ciclismo era su pasión desde niño, cada verano se sentaba frente al televisor junto a su hermano Javi para seguir con entusiasmo las etapas del Tour de Francia. Contagiado por las gestas de ídolos como Miguel Induráin, cada tarde exprimía esa adrenalina a golpe de pedalada. Hasta que a los 21 años se deshizo de sus bicicletas tras quedar tetrapléjico por una caída desde un andamio cuando trabajaba en la construcción. Casi 15 años después de aquel mazazo se reencontró con su deporte a través de la handbike, con la que se ha convertido en uno de los mejores del mundo, en campeón paralímpico.

En los últimos cinco años, con la excepción de 2020 en la que no hubo pruebas por la pandemia de coronavirus, ha acumulado 18 preseas en Copa del Mundo y nueve metales en mundiales: dos bronces en Sudáfrica 2017, dos bronces en Maniago (Italia) 2018, dos platas en Emmen (Holanda) 2019 y tres platas en Portugal 2021. Así es Sergio Garrote, un ciclista insaciable. Y en Tokio buscará el triplete de medallas ya que le falta la ruta y el Team Relay.

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