La alegría iluminó su rostro cuando al segundo intento alzó la barra con discos al cielo y los jueces dieron por válido el movimiento. No era una marca para estar en las medallas, pero para Montse Alcoba los 107 kilos que logró levantar le saben a oro. En el mejor escenario posible, unos Juegos Paralímpicos, la española ha firmado un buen papel con una séptima plaza en la categoría de -79 kilos y el récord de España.
Con un trabajo en la sombra, constancia y coraje se clasificó in extremis para su primera cita paralímpica y ha aprovechado ese debut con un gran resultado. En septiembre de 2017 volvió a retomar la halterofilia tras unos años alejadas por maternidad y por el trabajo como profesora. Y cuando volvió lo hizo con una medalla de bronce en el Europeo de Francia en 2018.
Pese a las barreras y pocos recursos de los que ha dispuesto en estos últimos años, su progresión ha sido meteórica. La catalana se puso en manos de Toni Vallejo en el Club de Pesas de Terrassa y esa mejoría se vio reflejada esta temporada con logros de prestigio en su nueva categoría, -79 kilos, ya que se colgó el bronce en la Copa del Mundo de Manchester levantando 100 kilos. Ahora ha dado un paso más tras alcanzar los 107 y darle un buen bocado al récord de España que ella misma tenía fijado en 103.
Precisamente, esa marca la igualó en su primer intento en el Forum Internacional de Tokio. Luego llegaron los 107 y en el tercero pidió 110, pero hizo nulo. “Siempre soy muy exigente, han estado bien los primeros levantamientos, pero 110 me habría puesto en la pelea por un cuarto o quinto puesto, cosa que se ha escapado. En mis primeros Juegos con dos intentos válidos y técnicamente perfectos porque tenía tres blancas, no me puedo quejar, es un diploma. He mejorado la marca que tenía y con récord de España. El trabajo ha salido bien”, ha comentado Montse, quien ya mira a París 2024 con el objetivo de subir al podio.