El Gimnasio Metropolitano de Tokio abrió el telón para acoger la competición de tenis de mesa y el equipo español arrancó con buenas sensaciones la fase de grupos. Álvaro Valera y Jordi Morales cosecharon una victoria, mientras que Miguel Ángel Toledo, que debuta en unos Juegos Paralímpicos, vendió cara su derrota en su primer encuentro.
En las dos últimas ediciones se quedó con un sabor agridulce tras perder las finales en Londres 2012 y en Río de Janeiro 2016. Ahora, Valera quiere quitarse la espinita y repetir el oro que ya conquistó siendo un imberbe en Sídney 2000. El líder mundial en clase 6 desde hace ya una década sabe que el camino no será fácil, por el nivel de los jugadores y porque cada año tiene que lidiar con la pérdida de musculatura y movimientos en piernas y en brazos por la polineuropatía con la que nació.
Antes ganaba con más diferencia, ahora debe trabajar y masticar más cada partido ya que los rivales se lo están poniendo complicado. Es lo que tuvo que hacer frente a Kanellis Marios Chatzikyriakos, quien le llevó al límite en un duelo muy físico y disputado (3-2). El jugador heleno salió valiente y mandando en el marcador (0-2), pero apenas le duró la euforia ya que el palista sevillano impuso su ritmo y tiró de inteligencia para poner las bolas en ángulos imposibles para su rival en un primer set que resolvió por la vía directa en cinco minutos (11-4). El siguiente acto estuvo más nivelado, con intercambio de golpes que favorecieron al griego para empatar (9-11).
Chatzikyriakos aprovechó la inercia positiva de su juego eléctrico para ponerle picante al choque y dejar a Valera en una situación delicada (5-11). Con la soga al cuello, Valera mantuvo la calma y supo esperar su momento para hincarle el diente al rival (11-9). Motivado, en el quinto salió en tromba y con un juego agresivo para colocarse con 4-0 y, pese a que el griego trató de responder (5-3), el andaluz evitó cualquier intento de rebelión para finiquitar el partido y sumar el primer triunfo (11-7).
Aunque no pasó demasiados apuros, a Jordi Morales también le costó sacar adelante el primer enfrentamiento en Tokio. Eso sí, el campeón del mundo en clase 7 no dio opciones a su rival, el colombiano José Vargas, al que doblegó por 3-0 en 25 minutos (12-10, 11-8 y 13-11). Este jueves el catalán buscará el pase a la siguiente ronda frente al alemán Bjoern Schnake.
En clase 2 (deportistas en silla de ruedas), Miguel Ángel Toledo cedió ante el francés Stephane Molliens, número cinco del ranking mundial y vigente bronce continental, al que puso contra las cuerdas (2-3). El madrileño, que había llegado a la capital nipona tras recibir una ‘Wild Card’, le tocó un hueso duro en su bautismo paralímpico. El choque empezó igualado, con el jugador de la Fundación del Lesionado Medular tirando de estrategia, globos y aperturas buscando hacer puntos rápidos.
Pero delante tenía a un rival experimentado, frente al que había perdido en los cinco precedentes y que busca la medalla que se le escapó en Río 2016. En ocho minutos se adjudicó el primer set por 6-11, aunque el español no se arrugó y en el segundo plantó cara, llegando a remontar y situarse 9-7 a su favor. El galo empató, pero Toledo, henchido de fe, cerró el set por 11-9.
El madrileño gozó de una ventaja de cuatro puntos en el inicio de la tercera manga (6-2) y cuando se vio apretado por Molliens, varios globos ajustados a la red y errores no forzados del galo le permitieron llevarse el set por 11-7. La estrategia le funcionaba ante el campeón continental, que sacó su mejor repertorio para tomar oxígeno y llevar el partido al quinto set (8-11). Ninguno daba su brazo a torcer, Molliens golpeó primero para ponerse con 5-8, Toledo trató de responder, pero al final perdió con las botas puestas (8-11).