Sonó ‘Are You Gonna Go My Way’ de Lenny Kravitz en el Makuhari Messe Hall de Tokio, un centro de convenciones gigantesco. Justo después saltaba al tapiz Álex Vidal, cuatro veces campeón del mundo y de Europa, con una sonrisa dibujada en su rostro. Peto y casco rojo, unos saltitos y a pelear. En ese momento se convertía en el primer taekwondista español en competir en unos Juegos Paralímpicos. Lo ha hecho pese a su maltrecha rodilla derecha, pero nadie iba a impedirle hacer historia.
Tampoco el tener que competir en una categoría superior (K44 -61 kilos) ante rivales con menor discapacidad. A sus 39 años, al gallego le llegaba la oportunidad que tanto ansiaba y nada iba a frenarle. En abril se rompió el ligamento cruzado anterior y parecía que el sueño se escapaba, pero con una demostración de pundonor, orgullo, perseverancia y ambición se recuperó a tiempo para llegar a la capital nipona.
Arrancó el torneo frente al egipcio Mohamed Elzayat, al que llegó a dominar hasta el inicio del tercer asalto (11-8). Aunque se hizo daño en la rodilla tras un mal apoyo y lo notó en el tramo final, cuando su adversario lo aprovechó para imponerse por 11-17. Los servicios médicos del Comité Paralímpicos Español le atendieron, no estaba en las mejores condiciones para competir, pero él nunca claudica, le infiltraron y se presentó a la repesca.
En el segundo combate le esperaba el mongol Bolor Erdene Ganbat, un hueso duro, primer cabeza de serie, que no le dio opciones (33-11), aunque el de Ribeira (A Coruña) desplegó su osadía en todo momento. “En el primer combate iba bien, moviéndome y yendo por encima en el marcador, pero en un gesto en el cuerpo a cuerpo me ha empujado y noté el clic y ya no pude hacer mi taekwondo, que es de mucha movilidad. Hace cuatro meses no podíamos llegar aquí y gracias a los médicos hemos podido competir, antes me arrastraba”, ha explicado.
Vidal aprovechará para operarse y regresar al 100% ya que no tendrá pruebas importantes porque se ha cancelado el Mundial de China. “Me viene bien porque habíamos barajado aguantar, pero así no soy competitivo ni quiero frustrarme. Aquí podría haberme retirado, pero ya que dije que, aunque volviese cojo quería terminar sobre el tapiz lo que he empezado”, ha recalcado.
El gallego confía en que el taekwondo español crezca de cara a los próximos años. Ahora mismo solo están en la selección él, Dalia Santiago -se quedó en el Preolímpico a un punto de clasificarse para Tokio-, Aythami Santana y Joel Martín, de 17 años. Otro referente, Gabriel Amado, ocupará a partir de ahora el cargo de seleccionador tras la marcha de Rafa Alcázar, pionero en desarrollar esta modalidad en España desde 2006.
El objetivo es que para los Juegos de París 2024 puedan clasificarse los cuatro deportistas. “Van cambiar las normas, en París van a meter cinco pesos, pero es un ciclo muy corto. Tenemos que conseguir un volumen de gente donde todos los pesos estén representados y no sólo con un competidor para que la rivalidad suba y seamos más competitivos a nivel internacional”, ha apostillado.