Miguel Luque Ávila (Barcelona, 1976). Natación. Oro en Sídney 2000, oro y bronce en Atenas 2004, bronce en Pekín 2008, plata en Londres 2012 y plata en Río de Janeiro 2016. En Tokio disputa sus sextos Juegos Paralímpicos.
¿Cuál es el primer recuerdo que tiene de unos Juegos?
Las medallas que ganó el ruso Alexander Popov en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, fue el mejor nadador velocista de los años 90.
¿Qué cosas no pueden faltar en su maleta cuando viaja para competir?
Una foto de mi hijo Sergio. Siempre va conmigo, es una fuente de motivación.
Completa la frase. Si gana una medalla en Tokio…
Sería un éxito y un reconocimiento a todas las personas que han estado luchando a mi lado para que yo esté en Tokio. Esa medalla estaría dividida en muchos trozos.
¿Qué apuesta estaría dispuesto a hacer por ganar una medalla?
La que haga falta, con eso lo digo todo, cualquier reto que me propongan. Ya tengo cinco medallas en los Juegos Paralímpicos y es increíble lo que se siente por ganar en un evento de tal magnitud, así que estoy dispuesto a todo.
¿Un momento imborrable en unos Juegos?
La medalla de plata que gané en el 50 braza SB3 en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016. Cuando toco la pared, miro a la grada y veo a mi madre y a mi hijo emocionados y animándome.
¿Alguna manía antes de salir a competir?
Tengo que tener las uñas bien cortadas para que no se me enganchen al bañador, por eso antes de competir me las limo -ríe-.
Un defecto y una virtud.
Soy muy inquieto, aunque a la hora de competir sé concentrarme, nada me despista, solo pienso en lo que tengo que hacer.
Una frase o lema.
‘Vamos Miguel, tú puedes’. Siempre me la repito tanto en el deporte como a la hora de afrontar cualquier obstáculo en la vida.
De no haber practicado natación, ¿qué deporte le habría gustado hacer?
Baloncesto en silla de ruedas.
¿A qué personaje retaría en su deporte?
A mi entrenador, Joan Serra.
¿Qué fotos decoraban su habitación cuando era pequeño?
Tenía un poster de Rocky Balboa.
Cuando era niño, ¿con qué soñaba ser de adulto?
Con ser feliz, hacer lo que me gustase y disfrutar de la vida.
Algo que aún no haya hecho y que le gustaría hacer.
Tener mi propio barco y salir a navegar.
Si fuese presidente del Gobierno, ¿qué cosas haría o cambiaría?
¡Buah! Muchas, pero de entrada quitaría los sueldos vitalicios y eliminaría los puestos de políticos vividores que sobran, que son demasiados.
Si pudiera cenar con cualquier personaje, ¿a quién elegiría?
A Michael Jackson.
¿Cuál es su forma de desconectar?
Estando en casa, tranquilo y relajado.
¿Qué alimento nunca falta en su nevera o despensa?
Los mangos, me encantan.
¿En qué tarea doméstica podría aspirar a medalla?
En ninguna -risas-, soy un desastre en todo.
¿Qué suele ver en televisión?
Series de Netflix como ‘Vikingos’, ‘Narcos’ o ‘La casa de papel’, además de los informativos.
Una canción que le motive.
‘Llanto de pasión’, de Manolo García.
Reportaje. Miguel Luque, un bracista fiable que siempre cumple en el agua